lunes, 10 de marzo de 2014

La España Visigoda

El Imperio Romano empieza a debilitarse (s. III); sus fronteras son atacadas por pueblos procedentes del norte y este de Europa: Los bárbaros.

Suevos, vándalos y alanos entran en nuestra península y están continuamente batallando. Los romanos piden ayuda a los visigodos, que estaban asentados en el sur de Francia.


Los visigodos vencen a los vándalos que huyen hacia África; los alanos se rinden y se integran con la población, pero los suevos se resisten formando un nuevo reino en el noroeste de Hispania.

Cántabros y vascones se mantienen en el norte. Mientras los visigodos estaban en Hispania luchando, los francos (germanos) se apoderaron de los territorios franceses. Los visigodos son expulsados de Francia. Los visigodos se quedan en Hispania.   

EL REINO VISIGODO DE TOLEDO

Los visigodos crearon un reino en Hispania (s.V) y su capital era Toledo, pero seguían teniendo problemas con los suevos, los vascones y los hispanorromanos.
Leovigildo, rey de los visigodos, derrotó a los suevos pero no lo consiguió con los vascones. Además tenía problemas con los hispanorromanos por sus leyes, por sus creencias religiosas, su idioma... Recaredo, hijo de Leovigildo, se convirtió al cristianismo, religión de los hispanorromanos. Más adelante, los visigodos adoptaron como lengua el latín e hicieron leyes nuevas. Con todo esto, consiguieron unificar el reino visigodo (s.VII).

EL ARTE VISIGODO

Los visigodos destacaron en arquitectura y la orfebrería (fabricación de joyas y adornos).
La mayoría de los edificios que conservamos son iglesias de piedras, con pocas y pequeñas ventanas.
Utilizaban arcos de herradura. En orfebrería destacan sus hebillas, crucifijos, adornos para los altares...

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